10.3.09

NI LOS DIAS



Ni los días que pasan
contienen el paso del tiempo.

Las horas son suspiros.

Las fechas, artilugios vanos y ambiguos.


Cada vez dominan más:

el hastío, la inercia, el sin sentido.

La vida pasa, pero por acá el tiempo se aquieta.

Al quedarse quieto pasa sin ser percibido.


Conversan conmigo los fantasmas de los idos.

Cada vez su presencia es más certera

que la de los vivos.

Los vivos solo pueden darme desencuentro.

Más sin sentido.


El sueño domina, el sueño gana poder.

La creatividad se ahoga, la alegría no se recuerda.


Lo noche no es noche, ni día.

La noche es un estado de mente.

Nada sucede.

El mundo sigue.

Nadie vive para mí.

No pude ser.

El mundo muere.


Amparo Carranza Vélez

10 de Marzo de 2009

NI LAS HORAS



Ni las horas que se hinchan como la madera mojada.
Ni el eco furtivo de tu risa.
La secuencia de recuerdos que se extiende
hasta casi extinguirse de mi precaria mente.

Se revisten de ataúd las tardes de lluvia.
Recorren impúdicas y molestas, estas aguas,
las profundidades que albergan tu cuerpo.
Lo tocan, lo mojan, lo nutren.
Ese mismo que recorrí con mi lengua,
y nutrí con mis versos.

Allí lejos en lo oculto
permanece quieto.



Amparo Carranza Vélez

5 de Enero 2009